:: EL VALLE DE AMBROZ.

El Valle del Ambroz es una comarca Extremeña situada en las sierras del norte de Cáceres en las últimas estribaciones de la Sierra de Gredos, a mitad de camino entre Plasencia y Béjar (Salamanca). Los ocho pueblos que forman esta comarca, La Garganta, Baños de Montemayor, Hervás, Aldeanueva del Camino, Abadía, Gargantilla, Segura de Toro y Casas del Monte, gozan de un paisaje y de un entorno natural de gran belleza, que se acentúa espectacularmente con la llegada del otoño. Esta estación trae consigo la caída de las hojas de los árboles, inundando calles y caminos, ilumina la vista con sus colores rojizos y ocres, y envuelve el entorno de una magia especial.

Son protagonistas los caminos, el bosque, la trashumancia,....

:: LA SIERRA DE FRANCIA.

Una de las rutas mas bellas es la realizada en la Sierra de Francia. En donde el visitante contemplará Atractivos turísticos, parajes inolvidables, numerosos elementos históricos-arquitectónicos, podrán disfrutar de algo que solo es visible para los más observadores como es una rica fauna en la que la cabra montes, los ciervos y corzos han vuelto a poblar. Sin lugar alguna sus pueblos serán un reclamo para todos los visitantes a la ciudad de Béjar.

:: SIERRA DE GATA.

Desde nuestras instalaiones llegaremos a la Comarca de Ciudad Rodrigo, donde disfrutará de luga res privilegiados por la naturaleza, paisajes bosques, dehesas,catedrales, iglesias, murallas, castillos, fértiles Vegas y angostos arribes, conforman todos ellos esta región colindante a la ciudad de Béjar.

:: LOS ARRIBES DEL DUERO

la Ruta de Los Arribes, muestra a todos los visitantes elementos como, rutas turísticas por el Abandego, ademas de Ledesma, conjunto historico urbano de gran interés,donde el visitante se puede sorprender por su singular emplazamiento en lo alto de un cerro siendo contorneado por el rio tormes algo bello para visitar.

:: VALLE DEL JERTE.

Cada mes de marzo –este año se espera hacia el día 16-, este lugar dibujado por el pulso inconstante de los Montes de Tras y de la Sierra de Tormantos, cambia el verde de sus árboles, el azul del cielo y la multitud de ríos y arroyos que allí viven, por el blanco intenso y virginal de las flores del cerezo que, como presagio de primavera, salen a anunciar que el Sol, por fin, viene para quedarse.